A Oscar Alvarado Muñoz le gusta decir que nació una lluviosa tarde, aunque ciertamente no sabe si fue así y tampoco recuerda la fecha pero las canas le dicen que se acerca -peligrosamente- a la tercera edad. Preferiría vivir de la renta y dedicarse a leer y a aprender cosas inútiles -Historia de los persas sasánidas, Egiptología, Encuadernación, Ebanistería, y un largo etcétera- pero como tiene una vida “costosa” trabaja como Director de planeación en Uniautónoma del Cauca.
Para vivir de acuerdo con su “rango y dignidad” se matriculó y terminó “con méritos” sus estudios universitarios y ahora es magíster en estudios interdisciplinarios del desarrollo. Tiene una pequeña biblioteca que ha ido construyendo con los años; ese es su mayor tesoro; bueno ese y una portentosa capacidad para reír casi de cualquier broma.
Por lo demás es una persona insignificante a la que le agrada conversar, tomar café -en cantidades industriales- y cantar arias de ópera lo cual, dicho de paso, hace terriblemente mal.